Acaso he muerto y nadie lo ha notado,
soy como un sonámbulo vagando,
desapareciendo a simple vista,
lástima que ya nadie sabe mirar,
he perdido muchas cosas en esta vida,
tantas que ya casi ni recuerdo el número,
pero lo primero que perdí fue el amor,
ese loco amor que acelera el ritmo del corazón
que te hace hablar aprisa, sonreír con los ojos,
temblar, estremecerse, ese lo perdí hace tiempo
y no he logrado reencontrarlo.
Después perdí las esperanzas,
esas murieron el día que diste aquella vuelta dejándome atrás,
esperaba que volteases y me dijeses que nada importaba que me amabas
entonces,
yo te hubiera amado como a nadie.
el tiempo ha pasado desde entonces,
tú y yo nos hemos rencontrado tantas o más veces de las que nos hemos abandonado
vacios, sedientos, queriéndonos fundir despernadamente, buscando algo en el otro que
que no hemos encontrado en otro en otros cuerpos,
sin embargo seguimos abandonándonos…
Este ir y venir,
este darlo todo, tener nada y perderlo,
me ha quitado lo sueños,
aquella realidad alterna que tú y yo dibujamos un día hace siglos
se desvanece con cada abandono,
hoy soy simplemente un fantasma.