Entre sabanas azules nos entregamos,
Hacemos del amor un ritual de caricias;
un secuencia de ofrendas bienaventuradas,
una lluvia de besos húmedos,
lenguas sedientas asechando tu cuello,
¡Bailemos, bailemos!
Dancemos a un ritmo tan lento
que parezcamos inmóviles mientras todo gira.
Penetra mi cuerpo; toma lo que es tuyo
cerremos el trato,
Mientras bordo en tu alma mi nombre,
¡Eres mío!
Tan mío como lo soy tuya…
Tanto como las noches de lluvias son nuestras,
como las horas que pasamos juntos en el pasado,
como tus besos en mis rodillas,
como tu lengua en mi boca,
como tu cabeza en mi pecho,
como tus manos en mi cuerpo…
Eres mío y soy tuya como la promesa
que hicimos hace años en una noche triste.
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