Deseé que un día pudieras entender mi corazón, quise que sintieras en tu piel mi amor, mi dolor.
Hoy sé que sólo quienes se quieren de verdad pueden entenderse y sentirse hasta en el aire.
Desperté para saber que nunca estuviste aquí.
Sólo soñé que existías, deseé con todas mis fuerzas que me amaras, mientras tu sólo eras humo disperso en la ventana.
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