Sola, resuena en mi pecho la voz de los recuerdos que se agitan y revelan, un exorcismo es necesario para sacar esas voces que no paran de gritar, creen gustosas en el eco responde, cómo desean que sea tu voz esa que regresa. Acostumbrada, silencios en mi alma cuando el cerebro empieza a planear; qué necio es, se empeña en vivir sin ti. Segura, que la muerte es sólo el comienzo de algo más.
No estas....no importa.
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