La otra que en espera de ser tuya,
ve los minutos pasar,
pasan los días, las noches
llega el invierno y con él la necesidad de tus besos,
y entonces sucumbe ante la tentación…
y cae en tus brazos que más que eso
parecen tentáculos que aprisionan,
mientras tú te adueñas de mí ser,
la otra mira la ventana,
ve la vida pasar, llenarse de luz
y tú con el alma apagada.