
Aún no te marchas y ya te extraño,
aún no te veo dar los pasos definitivos
apartándote de mi lado y ya los odio.
Y de pronto la idea de que no estés
inunda mis pensamientos y un
solitario espejo de mar quiere brotar
para suicidarse en la profundidad de
mis labios que haz de abandonar
he intento detener esta lluvia
que me ahoga por dentro.
Y sosiego todos los gritos desesperados
de mi alma atormentada por tu tan
presente ausencia, los reprimo,
porque no debes escucharlos,
por tu sólo partida ya es más
que dolorosa.
He intento consolarme...
el tiempo pasa rápido,
también me extrañaras,
siempre existe la posibilidad
que regreses a mis brazos,
pero eso no me consuela...
nada me consuela, el punto es que te vas
que no estarás en mis noches para protegerme
que tus brazos no serán el refugio más próximo
y que los mios no serán tu descanso.
Y entonces te extraño tanto y aún no te vas...
1 comentario:
Lo más doloroso es una despedida, pero más dolorosa para mi es una despedida sin despedida
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