Una vez dijiste que podrías perderte en mí,
en mis ojos, en mis labios, en mis brazos…
Que querías que pasara la vida y estuviera a tu lado…
Hoy la vida pasa y no estamos juntos;
No te has perdido ni en mis ojos,
ni en mis labios, ni en mis brazos…
Pero sigues aquí;
en mi recuerdo y en cada unos de mis sentidos
que se aferran a recordarte…
En cada sueño en el que estas;
tan vivo como en el ayer, tan presente como hoy
Y esas tus palabras siguen aquí
perdiéndose en mi…
Y es que quisiera tanto creerlas…
Y quisiera tanto escucharlas de ti de nuevo…
Que me las repito una y otra vez
Podrías perderte en mí,
en mis ojos, en mis labios, en mis brazos…
Y si embargo no puedo responder
¿porqué no estás aquí?
Aquí aferrándote a mí…
Como yo me aferro a tu recuerdo.
4 comentarios:
Muy bonito Rubí, como todo lo que escribes. Me encanta.
Hermoso... querida amiga. Paso sólo un momento a saludar porque ando con prisa pero hace tiempo que no te visitaba. Un beso y mi cariño,
V.
Muy bonito Rubí, felicidades, siempre hacemos eso, aferrarnos a su recuerdo es nuestro único consuelo, y lo único que nos queda de él.
Un abrazo amiga, ;)
Una soledad desolada?
No...
La soledad es la única que no está sola!
Siempre nos tiene en sus garras:
anudados por el alma!
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